Una de las características esenciales de la tecnología es su carácter integrador de diferentes disciplinas. La actividad tecnológica requiere conjugar distintos elementos que provienen del conocimiento científico y su aplicación técnica, pero también del carácter social, económico o estético. Esta multidisciplinariedad facilita la adquisición de aprendizajes y el desarrollo de las competencias clave, demandadas por una sociedad cada vez más abierta, global y participativa.
El concepto I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) está relacionado con el estudio de avances tecnológicos como la aparición de nuevos materiales y procesos de fabricación (diseño e impresión en 3D), la nanotecnología o la robótica (y su programación) que están traspasando hoy en día el ámbito industrial para ser conocimientos imprescindibles en campos como la medicina o la biotecnología, pilares básicos del estado de bienestar.
El concepto Tecnologías Digitales integra la informática y las telecomunicaciones con el objetivo de garantizar el acceso, almacenamiento, transmisión y manipulación de la información. La revolución digital (comercialización masiva de ordenadores y dispositivos móviles, uso generalizado de internet, apps, big data…) ha provocado profundos cambios en todos los ámbitos de nuestra vida, incluyendo la educación, la sanidad, la democracia, la cultura y la economía, posibilitando la transformación de la Sociedad Industrial en la Sociedad del Conocimiento.
El mundo actual está fuertemente marcado por la tecnología y sería muy difícil entenderlo sin considerar su influencia en el modo de vida de las personas. La tecnología ha sido y es fundamental en el desarrollo de la historia de la humanidad, con repercusiones en nuestra forma de vivir tanto a nivel individual como social.
El vertiginoso avance de nuestra sociedad necesita ciudadanos capaces de comprender el mundo que les rodea y de profesionales con una formación integral que les permita adaptarse al ritmo de desarrollo de la misma. La revolución digital prosigue su recorrido con la Sociedad del Conocimiento, orientada hacia el bienestar de las personas y de sus comunidades, donde la información es el instrumento central de su construcción.