El inglés se ha convertido en la lengua que nos une, el instrumento que usamos en diferentes contextos profesionales o personales para desarrollar diferentes actividades. Pone en contacto a personas de diferentes países con distintas lenguas que no podrían comunicarse de otra manera. Por ello el enfoque de su enseñanza debe ser siempre comunicativo.
El mundo es diverso y rico en elementos culturales pero es cierto que muchos de estos elementos no estarían a nuestro alcance si no tuviésemos al inglés como lengua de intercomunicación. Gracias a ello, podemos acceder a conocimientos que quedarían fuera de nuestro alcance si no fueran traducidos al inglés, independientemente de que su origen sea anglosajón o no.
A veces se nos olvida que el inglés no es una asignatura, sino una lengua que hablan millones de personas en el mundo. Es la lengua que se usa en internet, la lengua que utilizamos cuando viajamos y no conocemos la lengua del país en el que nos encontramos. Es un instrumento fundamental para el desarrollo personal y profesional de cualquier ser humano, sea cual sea su vocación o sus intereses. Hoy más que nunca existen numerosas razones para aprenderla y utilizarla.